Fue una de las noches mas largas de su vida......tras de mucho investigar y estudiar antiguos tratados de alta magia y diferentes
conjuros, invocaciones de arcángeles y como utilizar demonios para sus fines, por
fin esa noche reunía todos los requisitos para llevar a cabo el ritual...la
luna se vestía de luz, redonda, majestuosa en la oskuridad de la noche. había conseguido
plantas medicinales, velas, cuchillos, aceites y algún que otro elemento que
mejor dejemos en el misterio, para llevar a cabo el conjuro. Tenia un fascimil
del códice antiguo que reunía los sellos del rey Salomón, los mas potentes
jamas pronunciados por el hombre. Al dar el reloj la hora del diablo, las tres
de la madrugada, empezó a llevar a cabo el ritual, no sabe muy bien si los
nervios fueron los culpables o quizás algo se le paso por alto, pero todo
escapó a su control y el pentágono fue centro de todos los vientos huracanados
del abismo, criaturas que jamas ni imaginó bailaban ante sus ojos a una
velocidad vertiginosa y de repente todo se detuvo, el mundo dejo de girar, su
pulso dejo de latir y ante ella se encontraba el gran Belcebú que con ojos de
fuego no apartaba una hipnótica mirada sobre ella con una fuerza que no era de
este mundo. Lo que vió en el fondo de aquellos ojos jamas podrá relatarlo, fue
un viaje galopante por todas las edades del hombre mostrando su lado mas
oskuro, su mas cruel naturaleza....los horrores de los que fue testigo
bloquearon su razón, sacudiendo su cuerpo en espasmos arrítmicos que bien
pareciera que la había poseído un demonio....no recuerda cuanto tiempo duro
todo aquello, no recuerda para que invocó el ritual de alta magia, no recuerda
si alguna vez tuvo vida, tan solo es la un desecho de lo que un día fue, una
garganta que grita sin ser oída, unos ojos sin vida que se quedaron clavados en
alguna brutalidad.....y un alma que vaga lejos de aquí, en las profundidades del abismo.......
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