La Voz de mi alma secreta e inmortal me dijo:
Déjame entrar en el Sendero de la Oskuridad, y por ventura
que encontrare la Luz.
Soy el único ser en un abismo de oskuridad, de un abismo de oskuridad salí antes de nacer, del silencio del sueño primordial.
Y la Voz de las edades respondió a mi alma:
Yo soy Aquel que se formula en la oskuridad, la Luz que brilla en la oskuridad, aunque la oskuridad no la comprende.

miércoles, 1 de julio de 2015

Azrael

Yo soy Azrael. El Ángel de la Muerte. Yo no poseo muchos de los rasgos de mis resplandecientes hermanos. Yo no soy Hermoso de la manera que lo es Miguel, ni tengo una corona de luz. Mis alas no son tan ligeras como el aire, ni son translúcidas como las de Rafael. Yo soy el ángel más oscuro. Yo eclipso todo aquello que sea luz. Mis ojos son un mar negro profundo chispeado de vez en cuando como una amatista, ¿todavía hay alguno que puede mirarme recto?. En mi mirada hay un poder terrible. ¡Yo he reflejado imágenes guardadas en incluso la mirada más casual que podría deslumbrar el ángel más poderoso con locura! Yo no tengo ninguna cara común o forma como los otros. Mi capa es tan negra como el cielo nocturno sin estrellas. El contorno de mi forma es como un gigante, alas del cuervo que cuando desplegó, hago desmayar a otros ángeles. Yo soy el mas grande de mi familia, y tan fuerte como Miguel sin cualquier arma. Yo no hago ninguna proclamación para que demuestren tristeza por mi, y yo sólo hablo en mi silencio a través de gestos psíquicos emitidos de la mente, y alma al alma. Cuando mis alas se extienden totalmente, toda la luz se extingue excepto para la corona pálida azul que es mi vida y sirve para idear mi forma contra las sombras. Yo soy el eclipse de toda la vida. Este símbolo natural es la expresión más exacta de mi estación. Si usted puede entender estos fenómenos de la naturaleza, usted me entenderá mejor. ¡Yo soy él que la mayoría temió entre todas las eras, todavía no el más temeroso! Mi simbólico corazón está frío y todavía quema con una pasión más allá de imaginación humana. Yo soy el proveedor y recolector de almas, recogiendo mi cosecha a lo largo del universo y sembrando las semillas de cada uno que se marchito como una flor hacia otras tierras. Yo soy el Otoño de creación, y el crepúsculo del tiempo. Yo uno dos extremos en el desempeño de mi propósito. Haciendo que cada espíritu llegue al extremo correcto, y que aquéllos que están perdidos entre los mundos encuentren su manera de reunirse con sus familiares.”

1 comentario:

  1. Este ángel, en los principios de mi vida terrenal, me hubiera sido muy atractivo, más que esta vida humana, que era para mi infernal, pues no la reconocía. Pero su "remedio universal" no tenía ante mi, forma masculina, sino femenina, era "Ella", de género femenino, dama vestida de negro oscuro, pero sedoso y algo brillante, con una belleza no fría pero si serena como una noche invernal de cielo oscuro y despejado, con estrellas y una enorme Luna llena, como símbolo extremo de serenidad, frialdad, pero también de fecundidad, tanto de la Mente como del Alma. No le temía, y en verdad me atraía, su porte y figura me prometía eterno descanso si me abrazaba a Ella, pero no me instaba a que lo intentara, ni me lo sugería, era yo quien la deseaba. Y, a veces me parecía que Ella esbozaba una tenue sonrisa, lo cual la hacía mas bella ante mi conciencia, porque sentía que estaba dirigida a mi. Y lo que sentía era su consideración por mi, y tal vez hoy que he vivido tanto, comprendo que ella me lo agradecía, pues sabía lo bien que yo la consideraba y admiraba, y que nunca le retiré mi afecto, casi diría, mi pequeño-grande amor hacia ella. Incluso muchas veces me ha dado alegrías, pues vi como en realidad ante pedidos míos, ella fue solícita a cumplimentarlos, y asi, muchos encontraron la paz que necesitaban. Por eso creo que no estaba equivocado de joven, en mi sincero afecto por ella, pero si estaba yo, pretendiendo abusar de su consideración hacia mí, para escapar de mi destino terrenal. Pero ella, muy sabia por cierto, y también misericordiosa, si se la conoce bien, se hacía la distraida. Gracias amiga por cuidarme, porque bien lo has hecho muchas veces, te estoy agradecido, tú eres garantía fiel de que en verdad, en este mundo, todo pasa, incluso nosotros, los humanos. No hay que apresurarse, ella nunca falta a una cita.

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