se vistió de negros ropajes
y se tiñó el rostro de lágrimas sombrías,
siendo la soledad su único bagaje.
Pero una tarde llegaste
como llegan las cosas importantes,
tranquilamente, sin anunciarte.
De románticos boleros
pintastes mis días con sus acordes
melodiosos y arrabaleros.
Mi oskuridad ahora derrocha ilusión,
pues un aire fresco le dio un empujón,
y removiendo mis entrañas
alcanzas los lindes de mi sinrazón...
Destellos de delicadeza y buen hacer
he descubierto entre tus palabras
que nada rompa el hechizo
y continúes teniendo en vilo.............. mi alma
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