La Voz de mi alma secreta e inmortal me dijo:
Déjame entrar en el Sendero de la Oskuridad, y por ventura
que encontrare la Luz.
Soy el único ser en un abismo de oskuridad, de un abismo de oskuridad salí antes de nacer, del silencio del sueño primordial.
Y la Voz de las edades respondió a mi alma:
Yo soy Aquel que se formula en la oskuridad, la Luz que brilla en la oskuridad, aunque la oskuridad no la comprende.

martes, 11 de diciembre de 2012

sueño invisible de una musa


Una vez más, tus alas surcan los límites de mi nombre. Encendiendo con tu hádico fuego las llamas neuronales de otra mística inspiración. Más oscuras que cualquier arcano son tus palabras; aquellas que susurras en estos adentros; donde la desolación sólo ha dado paso a tus sombras. Vértigos y visiones son tus dones más preciados. Estas pesadillas dulces con las cuales me has hecho ser poeta, portadoras son de un antiguo culto de poderes sin nombre.  Nacida eres de esa estrella cuyo nombre sólo mi alma conoce. A la cual se accede sólo a través de una tumba interior; donde un frió fúnebre ha esculpido los mantrams de una civilización estelar.



Heme aquí, cantando ahora los hechizos de invisibilidad que mi corazón conoce. Heme aquí, frente a esta tumba de alguien que fui en un remoto pasado. Déjame arder contigo y el sagrado fuego. Déjame nacer en ti misma. Invisible, como los besos de tus designios más sacros. Vivir en ese parnaso ultra espiritual de tus labios, donde sólo caben almas que al igual que yo, viven con sus corazones sangrantes y putrefactos; heridas por todos los misterios cósmicos que nos insufló tu Ser.



Ven y escupe sueños sobre mi rostro, vomita secretos en mi piel. No dejes tampoco de incendiar de pasión todo rincón de mis pupilas. Sabes ya lo que quiero; perderme para siempre en esos sueños que son tuyos; ser invisible a otros mortales por la magia de tus versos. Atravesar sin temblar todos los abismos hacia tu morada. Ese será mi último ritual, después, desfallecerá toda llama de humanidad, por el trascendente salto de fundirme dentro de tu alma. Dentro de esa estrella donde guardaré los sueños que de niño me otorgaste. Y a los otros magos que heriremos con esta oscura daga, el día que despierten en las pestilentes sabanas de este sueño llamado realidad.

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