Y la tristeza vino para quedarse...
eterna compañera de la soledad
no abandona mi corazón ni un instante,
como una daga clavada en lo mas profundo de mi alma
que va rasgando poco a poco
partiendo en dos mi ser....
DOS son las caras que tiene mi persona,
una cara amable, cercana...
otra es la cara del dolor...
ese que me asalta sin tregua
cuando los recuerdos se agolpan en mi mente
y en esta dicotomía voy sobreviviendo,
como lo hacen las amebas ...... sin sentimientos.....
Inerte e insensible me he vuelto,
no me diferencio mucho
de los huéspedes del cementerio,
tan solo que ellos atravesaron el umbral
y yo....yo todavía sigo aquí dentro......